2 comentarios

  1. Roque Chieyssal

    Solo agradecimiento a ese emblemático liceo, formador de grandes personajes d
    e la historia de Chile. Cómo olvidar a maestros que con paciencia infinita, entregaban sus conocimientos y herramientas a esos entonces habidos adolescentes que al igual que hoy, querían cambiar el mundo. Sin embargo, hoy tenemos una deuda con las nuevas generaciones, y es, como devolver a nuestro amado Liceo el prestigio fundado en una calidad superior de educación humanista y laica, sueño del gran educador Don Enrique Molina Garmendia.

  2. Alfredo Díaz

    Mi último año en el hermoso liceo fue en 1960 en lo que eran los pabellones del internado. Lindos recuerdos.

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