MENTORÍAS en el Liceo EMG: ¿Cómo enfrentan los estudiantes de pedagogía las prácticas profesionales durante la pandemia?

MENTORÍAS en el Liceo EMG: ¿Cómo enfrentan los estudiantes de pedagogía las prácticas profesionales durante la pandemia?

La suspensión de clases a nivel nacional, como consecuencia de la propagación del Covid-19, obligó a las instituciones educacionales a buscar la manera de reencontrarse con los estudiantes y mantener la comunicación con ellos. El Liceo Enrique Molina Garmendia presentó rápidamente una alternativa de aprendizaje remoto para sus alumnos, concentrándose este en un archivo online, disponible en Drive para todos los cursos y siendo complementado constantemente con material de estudio proporcionado por cada uno de los profesores del establecimiento.

En mayo, y con esta nueva modalidad en pie, se inician las Mentorías en el Liceo, una forma de llamar a las prácticas profesionales realizadas por estudiantes de pedagogía. En este sentido, se entiende que los docentes guías dirigen el accionar del nuevo profesor, y lo acompañan en el proceso de adaptación que requiere el inicio de esta profesión.

Tres son los estudiantes en Mentoría con los que cuenta el establecimiento, todos de la Universidad de Concepción: Felipe Ortega Pino y Francisco Flores Bustamante, ambos en la asignatura de Educación Física, junto al profesor Luis Sepúlveda Fuentes; y Gonzalo Alveal Cea, en la asignatura de Física, con la profesora Susana Coquidán Castillo. Además, cada uno tiene asignado un curso con jefatura, lo que implica manejar conceptos relacionados con la convivencia y formación integral de los jóvenes.

Felipe y Francisco, que son compañeros de carrera, complementan las guías de aprendizaje que se suben a la plataforma con videos creados por ellos mismos, en donde muestran rutinas de ejercicios que los estudiantes pueden replicar en sus casas, incluso junto a sus familias, sin necesidad de utilizar recursos extra y en un mínimo de espacio, para desarrollar temas como el calentamiento previo al ejercicio, la elasticidad y también la movilidad articular. Esto, con el objetivo de relajarse, disminuir el estrés provocado por los días de encierro y mejorar la condición física.

Gonzalo, por su parte, colabora con las clases online que lleva a cabo su profesora guía. Ellos utilizan la aplicación para videoconferencias Meet que, además, integran con Classroom. De esta manera, al mismo tiempo que exponen presentaciones de Power Point, videos y otros archivos, pueden dialogar con los estudiantes, quienes realizan preguntas y comentarios en torno a la clase. Incluso, los profesores han creado sus propias reglas de convivencia, generando un clima adecuado para mantener una buena interacción. También han retomado las horas de Consejo de Curso, instancia en donde ha prevalecido la contención emocional hacia los estudiantes, así como el apoyo en cuanto a las estrategias necesarias para estudiar durante la pandemia.  

Cabe destacar, que la modalidad de clases online no es obligatoria para los alumnos del Liceo Enrique Molina, pues no todos tienen acceso a las tecnologías requeridas. Así, funciona como un medio complementario a las guías disponibles en la página web del Liceo. A pesar de esto, los profesores estiman que son cerca de 30 los jóvenes que llegan a participar de cada clase de Física.

Hablamos aquí de un trabajo colaborativo, en donde los mentores y los aprendices, además de estar juntos en las clases virtuales, se reúnen constantemente para planificar, preparar material y retroalimentar las experiencias educativas.

https://youtu.be/_sVj3hlCiBI

Los desafíos y las problemáticas que enfrenta la educación a distancia son numerosos, bien lo saben Francisco y Felipe, cuando comentan lo difícil que resulta lograr y mantener la motivación hacia el estudio, sumado a que no todos los estudiantes pueden acceder a los recursos tecnológicos que requiere el momento. Además, hay una situación comunicativa a tener en cuenta respecto a las clases online, así lo expone Gonzalo: “Al no ver los rostros de todos los estudiantes, como sí sucede en las clases presenciales, no podemos identificar si están felices, tristes o si les pasa algo”.

No obstante, también se pueden rescatar aspectos positivos de esta modalidad de estudio. Los aprendices han superado sus miedos y la educación a distancia ha sido una verdadera aventura, con interesantes aprendizajes para todos los que participan en ella: “Nos adecuamos a nuevos sistemas de interacción y aprendemos a manejar nuevas herramientas tecnológicas, que nos servirán para el futuro”, expresa Francisco. Y en cuanto al estrecho vínculo que pueden llegar a desarrollar con los alumnos, Gonzalo cree que se da porque “somos estudiantes también, y somos más cercanos en ese sentido, podemos entenderlos un poco más en relación a los temas propios de un estudiante de esa edad”.

Finalmente, es importante mencionar que los estudiantes en práctica profesional, Francisco, Felipe y Gonzalo, tienen la esperanza de encontrarse con los jóvenes y conocerlos en persona, una vez que volvamos a la normalidad.

A continuación, puedes revisar algunas capturas de pantalla del trabajo realizado por el equipo conformado por los profesores Susana Coquidán y Gonzalo Alveal (Física), mediante el uso de la herramienta Classroom.

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