Por cuarto año consecutivo, todos los estudiantes, profesores y asistentes de la educación concurrieron al teatro de la Universidad de Concepción, disfrutando esta vez de un clásico por décadas de la literatura y de las tablas chilenas: Ánimas de día claro.
Con el objetivo de formar estudiantes desde la perspectiva de la cultura y las artes, insertando en su proyecto educativo oportunidades que vinculen a toda la comunidad y logren aprendizajes realmente significativos, es que el emblemático Liceo Enrique Molina acogió la invitación de la productora Lobo, la que presentó esta obra integrando en su elenco a actores como Marcela Espinoza, Nathalie Nicloux, Alex Vidal y Luis Valenzuela.
Ánimas de día claro, escrita en 1959 por Alejandro Sieveking, surge a partir de la creencia popular de que el espíritu de un muerto no puede acceder al descanso eterno si aún conserva algún deseo que no se cumplió en vida. Así es como la rutina de cinco hermanas muertas que penan en una casona de campo, da un giro gracias a la llegada de Eulogio, un inocente joven pueblerino.
El lenguaje sencillo y campesino, sumado al uso de canciones y bailes populares durante la obra, mantuvieron el interés de los jóvenes espectadores, quienes rieron y aplaudieron con gran energía.