Roberto Mella Avilés, ex alumno de la generación del 2013, nos visitó la semana pasada y nos contó cómo le está yendo y los logros que ha obtenido en su carrera como deportista.
Roberto está cursando tercer año de Pedagogía en Educación Física en la Universidad de Concepción. Paralelo a esto, se encuentra en el Primer Equipo de Básquetbol, jugando en la Liga Nacional, con jugadores extranjeros. También en el Equipo Universitario, y está a días de enfrentar el torneo nacional en Talca.
Mella tiene los mejores recuerdos del Liceo, y así mismo lo expone: «llegué a hacer mi tercero y cuarto, y acá me sentí mucho mejor. El ambiente era más grato. Con puros hombres se me hizo todo más fácil. Yo nunca fui un alumno ejemplar en lo que era comportamiento, era como todo niño a esa edad. Además, como deportista, era bien inquieto en ese sentido. Pero me sentí súper bien los dos años que estuve acá. Lo pasé increíble. Me pude dedicar al básquetbol, que fue donde más aprendí.»
Y es que Roberto llegó al Liceo y comenzó a demostrar sus aptitudes deportivas una vez que entró al taller de Básquetbol. En relación a esto, destaca que «el profe (Jorge Sanhueza) siempre nos instó a querer mejorar. Nos guió harto en el básquetbal. Independiente de lo técnico o táctico, siempre querer ser mejor y luchar, porque para eso estábamos acá en el Liceo. Independiente de nuestro nivel socioeconómico o cultural, y todos los factores que pueden influir, que en el deporte debíamos plasmar lo buenos que queríamos ser en la vida. Al final se fue dando con el tiempo y con esfuerzo.»
Nuestro ex alumno tiene tantas actividades durante su día a día, que parece muy difícil poder hacer conjugar todo y obtener resultados positivos, pero nos demuestra que se puede: «mi vida en la semana es salir a las siete de la mañana y no llego hasta la noche, todos los días. Tengo que salir con todas mis cosas. Estudiar, pasar tiempo con mi novia y adaptarme a los entrenamientos… al final en mi día no hay mucho relajo. El fin de semana tengo que ver si descanso, juego o entreno. Creo que maximizo todos mis días al cien. Hasta ahora me ha rendido bien, he podido con todo… en los ramos voy al día. He sabido equilibrar todo a punta de esfuerzo y claro… sufriendo a ratos, pero son gajes del oficio, vale la pena.»
Roberto se proyecta en una vida ligada principalmente al básquetbol, porque «es lo que más me ha dado en la vida y me encanta». Dice también que «sería lindo ser entrenador, formador. Seguir jugando, tener una vida útil en el básquetbol, porque aún soy joven y me queda tiempo en esto».
Por último, nuestro querido ex alumno se expresó con lindas palabras y consejos para las generaciones que actualmente se encuentran estudiando en el Liceo Enrique Molina Garmendia:
«Dentro de lo que pude hacer o no hacer en el Liceo, siempre intenté ganarlo todo. Y resultara o no, siempre en el camino lo dejé todo. Creo que ése es el mensaje, que día a día, tanto en los estudios como en el deporte, intenten e intenten, no lo dejen de lado. Al final esto siempre los va a acompañar en el futuro. Yo me formé un futuro en base al básquetbol y lo hice acá en el Liceo. Todos mis éxitos a nivel de enseñanza, los más grandes, se realizaron acá. Y que sigan intentando, que no se rindan, independiente de los factores y las características externas, que sigan y no se rindan.»